7 de febrero de 2012

Paula Chaves es la Chica del Verano 2012


La modelo y protagonista de “Despedida de soltero” fue coronada como la favorita de la temporada con casi el 52 por ciento de los votos. Fue la ganadora más votada en la historia del certamen. 

Paula Chaves, la modelo y protagonista de “Despedida de soltero”, coronada como la favorita de la temporada.

A pesar de su difícil momento, Paula Chaves estuvo presente en la fiesta.

Paula Chaves recibe el premio de parte de Rodrigo Rojas, editor de VOS.com.ar.


Los primeros en llegar lo hicieron con gesto de evaluación sonriente, como quien sopesa las perspectivas de una noche larga: manos a la cintura, paso ligeramente tambaleante, demorado, en expectación de las luces y las promotoras, del decorado y las mesas de cortesía para los invitados. Invariablemente, tras la pista de Khalama, el recorrido terminaba en una pregunta: ¿Quién será la chica del verano? ¿Quién habrá ganado?
A pocas horas del cierre de una votación que superó en cuatro veces el récord del año pasado (más de 810 mil votos), tipo 22 las primeras almas tempraneras empezaban a especular sobre el resultado, codo en barra y trago ligero en la mano. Por la televisión ya habían circulado rumores de extraño olfato: predicciones de primero a quinto puesto, planes b, c y d ante un eventual faltazo, y otras versiones que habían sido alimento de la siesta. Pero ahora venía otra cosa: el tiempo de la verdad y la consagración de la Chica del Verano más votada en la historia del certamen.
Primero, la Chica. Antes que cualquiera de las candidatas, la primera en llegar fue la ya coronada Chica del Verano en 2010, Floppy Tesouro, elegante anfitriona del evento junto a Matías Alé, llegó puntual con vestido negro corto con volados y generoso escote. El co-conductor llegó de furioso charol en mocasín, traje informal y camisa desabotonada hasta lo que vendría a ser el nacimiento del esternón, oportunamente decoradas las partes al desnudo con una cadena tan brillante como su dentadura.
La pareja estaba lista para llevar adelante el show con un, digamos, equilibrio entre la elegancia del vestido de la reina abdicante y la guarrea como de remisero que ganó el Quini 6 de Matías Alé.
En la lista de puntuales hay que anotar también a Celeste Muriega, la primera candidata en llegar a Khalama: de contundente vestido azul y sonrisa de exportación, la chica del body painting antipiromaníacos llegó con esa contradicción tan suya de promover el cuidado con el fuego al mismo tiempo que su propio caminar lo va incendiando casi todo.
De a poco la pista se fue poblando y el VIP comenzó a recibir a las candidatas, lejos las mujeres más miradas, que parecían convertir con sus pasos de cisnes a cada expectador en juez. Quien las miraba lanzaba un veredicto, alguna justificación de por qué sí o por qué no la observada debería ser finalmente la elegida. En esa cronología hay que consignar que una de las más seguidas por pares de ojos desorbitados fue Sabrina Ravelli, de cortísimo vestido rojo onda pupo al aire.
Florencia Maggi, bolso al hombro, siguió en el arribo. A esa altura de la noche ya se podía adivinar que la vista iba a ser para los hombres del lugar el más ejercitado de los sentidos, con el desparpajo que otorgaba la fiesta y el corto centimetraje de los vestidos.
El bullicio de la multitud víspera ya no daba respiro: para ser entendido en ese mar de purpurina había que levantar la voz y arriesgarse a que el piropo desmedido sonara un tanto desubicado, o explicar con gestos sobreactuados aquello que el lenguaje, por el ruido o por la imponencia de las chicas como Johana Pombo –altísima– era incapaz de transmitir.
Animador animado. El comediante Jay Mammón comenzó, cerca de la medianoche, la ceremonia: entonó una canción de tono satírico y doble sentido (mirá el video en el player de arriba), un poco riéndose de todo lo que pasaba alrededor. Después Tesouro y Alé pasaron revista por las candidatas, mientras la tensión por el resultaba iba tan en aumento como la otra incógnita, la más fuerte a esa altura: ¿asistiría Paula Chaves?
Los dramáticos sucesos que la habían llevado a suspender una función de Despedida de Soltero hacían desconfiar de su presencia, aún cuando su nombre sonaba en todos los rumores como el favorito para el gran premio. ¿Vendría?
La moto del sorteo también llamaba la atención, sobre todo la de las chicas que la veían con una mezcla de ambición y consuelo: “al menos quiero llevarme la moto”, se escuchó en los camarines más de una vez.
Ya habían llegado Dallys Ferreyra, que no concursaba pero acompañaba a las demás con mucho entusiasmo y poca ropa; Noelia Pompa, la despampanante panelista de Duro de domar Josefina Pousso y Sofía Pachano, acompañada por su padre Aníbal.
Finalmente llegó el gran momento de la velada: se conoció que la nueva Chica del Verano es Paula Chaves, estrella de Despedida de Soltero. Y sí, ella estaba ahí, sin poder ocultar que estaba siendo tironeada por fuerzas antagónicas, por el recuerdo de su amiga Jazmín de Grazia y por el beneplácito de una corona que le sentaba muy bien. Paula fue breve en su aparición y algo en su gesto la hacía ver acaso más real que todo lo que la rodeaba: recibió el premio, agradeció y se retiró, delicada y con el mismo perfil bajo que manejó durante el certamen y que cosechó, ya es noticia, el mejor de los frutos.
811.999 votos
Esta edición del certamen fue récord en participación, con casi el triple de votos que el año pasado. Las campañas que realizaron las candidatas, que incluyeron body painting, hilo dental y campañas solidarias, colaboraron para que el público de la temporada en Carlos Paz se sumara a la elección de La Chica del Verano.

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