"Cuando tengamos un hijo, dirán que estaba armado"

Después de su segunda temporada en “Bailando por un sueño”, en la que fue semifinalista, la modelo prueba suerte en el teatro. La última semana de diciembre estrenó en Villa Carlos Paz Despedida de soltero, obra que protagoniza con su novio, Pedro Alfonso.

Asesoria. Chaves reconoce que, si se lo recomiendan sus managers, está dispuesta a trabajar en ficciones de televisión aunque no le reporten dinero en gran cantidad.

Paula Chaves es modelo, pero desde que participó, en 2010, en “Bailando por un sueño”, se transformó en bailarina y hasta trabajó como conductora invitada en Este es el show y La cocina del show. Ahora, en los escenarios de Carlos Paz, es la protagonista de Despedida de soltero junto con su novio, Pedro “Peter” Alfonso, relación también derivada del programa de Tinelli. Antes de entrar al teatro Candilejas, Chaves asegura que, aunque es nueva en la disciplina, es lo que siempre quiso hacer. “Al ser la primera vez todo me fascina.”
—Tu personaje en “Despedida de soltero” se llama Paula, ¿se parece mucho a vos?
—Sí, es como una Paula llevada a la enésima potencia. Aumenta su bipolaridad o sus cambios de ánimo, los celos, el humor. No dejo de ser Paula pero puedo jugar con otras cosas. Y con Pedro lo mismo, hace como más el papel de boludo, o de tontón.
—¿Cuán importante es lo económico en tu vida y en las decisiones de tu carrera?
—Trato de no fijarme siempre en eso. He hecho muchas cosas que no me han servido desde lo económico pero, aconsejada por mis managers, participo en algunas ficciones en las que no se paga mucha plata pero me encanta hacerlo. Está bueno poder aprender de los directores y actores con los que te toca estar. Me pasó en Los Unicos.
—¿De “Bailando por un sueño” qué aprendiste?
—Todo. A jugar las emociones en cámara, a mostrarme tal cual soy, a bailar. Aprendí a ser un poco más solidaria porque vos ahí estás por el sueño de otro y te llenás del amor de los chicos a los que representás. Gracias a Dios pude cumplir el sueño de 2010 y también el de 2011. Y crecí mucho a nivel profesional, a la hora de pararme frente a una cámara me planto de otra forma, no titubeo. Eso te lo da estar al lado de Marcelo (Tinelli) en el programa más visto de la televisión argentina.
—¿Sabías que no ibas a llegar a la final? ¿Te desilusionó?
—En 2010 pensé que me iba en la tercera ronda, y cuando llegué a la final no lo podía creer. Nunca tuve la mentalidad de ganar. Pedro siempre me retaba y me decía que tenía que pensar en ganar, pero a mí no me importaba porque el programa ya me había dado muchísimo.
Durante “Bailando por un sueño” 2010, Marcelo Tinelli empezó a chicanear a Chaves y Peter Alfonso. La relación dio bien en cámara y tomó vuelo. Desde ese momento, la sospecha de que todo era parte del circo de ShowMatch no los abandonó. Un año y medio después, la pareja ya pasó una pelea y una reconciliación, y ahora convive en una casa en un country de Villa Carlos Paz mientras trabajan en el teatro. “La convivencia no es fácil, pero estamos bien”, dice.
—¿Cuándo supiste que te habías enamorado de Peter?
—Cuando nos peleamos y nos amigamos a principios de año, que nadie sabía.
—¿Cómo resultó la convivencia?
—No es fácil. Estamos tratando de adaptarnos y complementarnos. Estamos todo el tiempo juntos, en la casa y en el teatro. Eso está bueno porque nos acompañamos y vamos aprendiendo lo que nos gusta y lo que no del otro. Tuvimos alguna complicación con las tareas del hogar, porque a Pedro no le gustan mucho, pero de a poquito les va tomando el gustito. Empieza a lavar los platos y sigue con el cuarto, la ropa, el piso.
—¿Después de la temporada cada uno vuelve a su casa?
—No se sabe, el tiempo lo dirá. Por ahora estamos disfrutando lo que vivimos ahora.
—¿Te imaginás con Peter en el futuro?
— Obviamente, si no, no estaría de novia. Uno siempre proyecta. Lo hablamos y hablamos de hijos, pero creo que tenemos que vivir el día a día, que está buenísimo. A pesar de que la gente nos quiere ver casados, no estamos juntos hace mucho tiempo, nos conocemos hace un año y pico y está bueno no quemar etapas.
—Desde que sale con vos, Peter cobra por ir a boliches, ¿qué pensás de eso?
—Todo el mundo cobra por ir a los boliches. Creo que el de Pedro fue un personaje que saltó adelante de cámara porque el romance conmigo empezó a funcionar. La gente se enganchó con nuestra historia. ¿Por qué le pagan a Peter ahora por hacer teatro? Porque la gente compró el personaje.
—¿Sos consciente de los rumores que dicen que la relación no es real?
—Sí, me parece que al estar tan expuestos le damos lugar a la gente para que opine y hable. Hay gente que se dedica a hablar mal de los otros y actúa con maldad. Pero no nos afecta, nos reímos de lo que dicen. Ya a esta altura, si descreen del romance y que todo lo nuestro es por conveniencia, el día que estemos teniendo un hijo van a decir lo mismo. Me parece absurdo. Voy a estar yo en la sala de partos y van a gritar que está todo armado. Creo que se instaló el mito de la duda, hay gente que nos ve a las 4 de la tarde tomando la merienda juntos y cree que estamos actuando y que lo nuestro es un negocio millonario. No vamos a seguir juntos porque garpamos, sino porque queremos.